4/1/17

Estrenando Rocodromo

Por fin me decidí el lunes pasado a estrenar el rocodromo que hay en el pueblo donde vivo. Tenía muchas ganas de volver a probar el colgarme.
La sensación que yo recordaba en la escalada era como si mi precisión y mi concentración estuviesen plenas. Recuerdo cómo la superación personal me llenaba de satisfacción y de alegría. Y eso es lo que recordaba. Ahora bien, el lunes me encontré delante de la pared... De donde me tengo que coger? Ayuuuuda... No sabía. I por donde empezar. Mi fiel compañero de vida me dijo que había rutas preparadas. Yo accedí a probar una... Vaya decepción... No llegaba a la tercera presa... Notaba que no tenía fuerzas en los brazos para subir a pulso aunque fuese un poquitito. Después de intentarlo varias veces con esa ruta desistí. Lo vi difícil. Así que probé nuevas rutas... Vamos me inventé una ruta para mi ser en ese momento... Llegué hasta arriba del todo. Toqué el techo y me llenó de seguridad... No estaba del todo oxidada, sólo un poquito. :O
Estuve como treinta minutos probando hasta que ya no soportaba más el dolor de las gatas en los pies...
Y para acabar la sesión le propuse a mi pateja hacer un poco de yoga en conjunto.
Gracias por estar a mi lado y compartir tu tiempo junto a mi :D 

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